La pandemia ha vuelto el día a día de muchas personas en algo cansado, hasta fastidioso. Hemos perdido la motivación y vivimos en el desconcierto. ¿Cuántas estrategias hemos puesto en práctica para salir de este embrollo emocional?

Hay ocasiones en las que me resulta sumamente difícil realizar las actividades del día, aún las más básicas. Estoy segura de que no soy la única. Por eso se me ocurrió probar uno de esos tips de los que se leen por ahí para levantar el ánimo: el maquillaje.

No quiero decir «maquillaje terapéutico» porque ese término tiene un peso mayor. El maquillaje terapéutico se utiliza para elevar el autoestima de personas con problemas o lesiones de gravedad en la piel. Yo hablo de algo más simple, el maquillaje para motivarnos, para sentirnos más despiertas o con energía.

Muchos trucos o hacks de la vida no me habían funcionado y tenía poca esperanza con este. Pero realmente me vi al espejo y me sentí mejor.

Pero ojo, no se trata de un truco de magia. Es todo un proceso. Debes despertar, tender tu cama y desayunar. Hacer tu rutina de limpieza facial (esto es imprescindible, incluso creo que es realmente lo más importante). Después, puedes maquillarte. Desde lo más sencillo hasta lo más excéntrico, lo que tú desees. Sólo debes buscar sentirte a gusto frente al espejo.

Puede parecer demasiado simple, pero cuando haces un esfuerzo y logras estar aseada, peinada y radiante, eso repercute en tu estado de ánimo. Lo importante es sentirte a gusto contigo misma. Ni siquiera es necesario usar una base, después de tu protector solar (en este enlace puedes ver varias opciones de bloqueador libres de crueldad recopiladas por mi compañera Wendy) puedes sólo ponerte iluminador, rubor, tu cosmético favorito, ese que resalta y no oculta tus rasgos más únicos. Con tu carita limpia, hidratada y maquillada como tú te sientas contenta, verás que la idea de hacer tus pendientes parece menos abrumadora.

A veces caemos en ideas «virales» de internet donde el self care es sólo consentirte un día de la semana, en una bañera leer un libro con una copa de vino o ver una película comiendo chatarra. Pero necesitamos más que escapes fugaces de nuestra realidad, debemos aprender a vivir en ella y sentirnos a gusto o luchar por cambiarla paso a paso. Necesitamos llevar un cuidado personal de verdad.

Por supuesto, esta idea no cambia el hecho de que, si sientes que algo no está bien, lo mejor es acudir a terapia. No debemos banalizar los temas de salud mental y pensar que consejos de internet sustituyen una terapia nunca, sólo son ideas desde la experiencia de gente a la que le ha funcionado.

Este es un blog de maquillaje libre de crueldad, pero el maquillaje puede tener otras significaciones y otros poderes. Puede cambiar tu día, puede hacer que te sientas más motivada a realizar las actividades que tienes que hacer, ahora sólo debes hacerlo libre de crueldad animal.

Todos los cosméticos que utilicé para este maquillaje son libres de crueldad. Pueden ver la diferencia y yo me siento mejor. Pienso: «con este aspecto no puedo quedarme sólo acostada en la cama esperando que pase algo interesante en mi vida».

Siempre intento no cubrir eso que la gente llama «imperfecciones», prefiero resaltar lo que más me gusta, sin tapar nada, porque todo eso es parte de mí y no debo avergonzarme. El verdadero poder del maquillaje no es «hacernos sentir bonitas», es recordarnos que ya lo somos.

¿Lo has puesto en práctica alguna vez? Platícame si lo has hecho para levantar tu ánimo o cuéntame en los comentarios qué haces para motivarte en el día a día. Nos vemos el próximo mes en la siguiente entrada, ¡un abrazo!