La moda siempre ha sido un reflejo de nuestra sociedad, una ventana a nuestras aspiraciones y valores. Sin embargo, en las últimas décadas, este escaparate ha revelado un aspecto un tanto menos glamoroso: su impacto negativo en el medio ambiente. El cruce entre la crisis climática y el comercio de la moda es un tema urgente que no podemos seguir ignorando. Así que, hablemos de cómo nuestro gusto por la moda puede llegar a convertirse en una fuerza para el bien, sin comprometer a nuestro planeta.

¿La moda es la villana principal?

Empecemos con una verdad bastante incómoda.. la industria de la moda es una de las más contaminantes del planeta. Desde la producción de los textiles hasta el transporte y el desperdicio de ropa, cada etapa del proceso deja una huella de carbono importante.

La industria de la moda contribuye con el 10% de las emisiones globales de carbono, superando incluso al transporte marítimo y aéreo juntos. Además, el uso excesivo de agua, productos químicos tóxicos y la explotación laboral son otros fantasmas que rondan los desfiles de moda (UNCTAD, 2019)

Para entender mejor el impacto, primero consideremos el uso del agua: se estima que para producir una sola camiseta de algodón se necesitan aproximadamente 2,700 litros de agua esto sumado a los tintes y acabados textiles que también son responsables de aproximadamente el 20% de la contaminación industrial del agua, de acuerdo a datos de la Water Footprint Network.

La industria está en una posición única para liderar el cambio hacia prácticas más sostenibles. Distintas marcas ya se encuentran innovando al adoptar nuevas tecnologías y materiales ecológicos, priorizando la moda ética, y los consumidores están más conscientes que nunca sobre el impacto que tienen sus elecciones.

El Futuro de la moda puede ser verde

La crisis climática y el comercio de la moda nos desafían a repensar nuestra relación con la ropa. Esto no se trata de renunciar al estilo, sino de abrazarlo de una forma más consciente y respetuosa. Cada decisión que tomamos, desde dónde compramos hasta cómo cuidamos nuestras prendas, puede ser un paso hacia un futuro más sustentable. Existen formas de disfrutar la moda sin perjudicar al planeta, algunos ejemplos son:

💚Compras responsables

💚Ropa de segunda mano

💚Alquiler de prendas de un solo uso

💚Transforma prendas viejas

💚Aprende a cuidar tu ropa y alarga su vida útil

La moda siempre ha tenido el poder de cambiar el mundo, y ahora, más que nunca, es el momento de que utilicemos ese poder para bien. Así que, la próxima vez que mires tu armario, piensa en el impacto que tiene y en cómo puedes ser parte del cambio. Porque el estilo nunca pasa de moda, pero ser sustentable es la tendencia que deberíamos comenzar seguir.