¡Hola amigos! Soy Rubí Borbolla alias La Pequeña Hereje y quiero platicarles un fragmento de mi historia. Desde que era niña recuerdo que el maquillaje ha sido un producto muy presente en mi vida, imaginaba ser grande y poder comprar muchos productos, también le robaba los labiales a mi mamá y cuando salía con mis primas aprovechaba para ponerme en la cara todo el glitter posible.

Mientras fui creciendo digamos que deje de lado la obsesión por el maquillaje...pero no del todo, siempre tenía lápices de colores para los ojos, barnices, máscara de pestañas y labiales. En el 2016 regreso el amor muy fuerte por el maquillaje y en diciembre de ese año me regalaron mi primera paleta de Kat Von D y TODO CAMBIÓ en mi. Yo no podía creer que una marca hiciera un diseño súper padre, de calidad, vegano y libre de crueldad.

El siguiente año me dedique a comprar maquillaje y skincare que sean 100% cruelty free, porque me parece que es muy importante los cambios pequeños que podemos hacer las personas para mejorar el planeta. Pero por mucha desinformación que hay en internet, el no conocer ninguna asociación enfocada en Latinoamérica que hablara con datos y de una forma sencilla pero directa, al principio me deje llevar por mucho greenwash, es algo muy común y que hoy me da mucha tristeza pero lo importante es darse cuenta de los errores que se cometen para mejorar y compartir la experiencia de cada uno y así poder ayudar a los demás.

Mi propósito de año nuevo del 2018 fue seguir comprando maquillaje y skincare que de verdad sean 100% cruelty free pero con una certificación, no más desinformación y si no hay tantos datos mejor pasar y no comprar el producto. También hacer una conciencia sobre los productos que compramos, sus ingredientes y los empaques.

Para terminar solo quiero agregar que todos podemos hacer un cambio para mejorar el planeta y la vida, con acciones sin importar la dimensión de ellas y que la información es la clave para todo.