articulos |Publicado el 05-11-2020

¿Solo somos lo que comemos?

¿Sabemos qué pasa puertas adentro de esa industria? ¿Somos conscientes del origen de las prendas que vestimos? Las grandes empresas de la industria textil no suelen tener como prioridad mostrarle al consumidor el origen y la trazabilidad de los productos y de sus formas de trabajo.

En mi posteo anterior les conté un poco sobre la moda libre de crueldad animal, hablamos sobre las pieles que suelen utilizarse para abrigos, los cueros en la industria de la marroquinería, entre otros usos. En esta oportunidad quiero poner en evidencia la frase "Somos lo que comemos" y como dice el título ¿solo somos lo que comemos? Pretendo invitarlos a la reflexión, para que pensemos también sobre cómo nos vestimos y qué tipo de industria estamos apoyando a la hora de ser consumidores. Tenemos gran parte de la responsabilidad dentro del circuito del consumo y tal vez sea hora de pensar profundamente el impacto que queremos generar y qué es lo que queremos transmitir.

Como ya sabemos, mantener una dieta vegana no sólo tiene que ver con una alimentación basada en plantas, sin carne ni derivados de origen animal, sino que también busca manifestar esta postura en la forma de vestir (en la ropa, zapatos y accesorios, etc).

Podemos decir que la “MODA VEGANA” es aquella en la que no se confeccionan prendas, accesorios o zapatos que tengan algún derivado de origen animal, evitándose también en sus procesos de producción. Según PETA (Personas por el Trato Ético de los Animales), ésta comprende artículos que no contienen cuero, pieles, lana, huesos o cualquier otro material derivado de animales.

El principal objetivo de esta moda es mostrar que existen alternativas al uso de animales para confeccionar distintos tipos de prendas como también la eliminación de los residuos tóxicos generados por el tratamiento de los tejidos y materiales de origen animal.

A raíz de todo este movimiento que viene tomando fuerza a nivel mundial, en 2019 Emmanuelle Rienda, directora creativa y activista por los derechos de los animales, decidió crear Vegan Fashion Week, el movimiento de moda ética líder en el mundo. Este evento intenta atraer a las marcas más importantes para que se sumen a este nuevo paradigma de moda sostenible y vegana. 

Una frase muy importante que dijo su fundadora, fue:

 “ No se puede ignorar la relación entre la moda, la agricultura industrial y el cambio climático. Un estilo de vida vegano y sostenible es la respuesta definitiva al cambio climático y la contaminación por desechos. Creé un movimiento inclusivo y colaborativo dedicado a rediseñar la industria y los hábitos diarios de los consumidores

Nos encontramos ante una nueva era, una nueva forma de ver la vida y una manera de ser más amigable con todos los seres de esta tierra. No podemos juzgar la historia con estados de conciencia actuales, lo que se hacía en el siglo XIX era acorde a lo que sucedía en la época, pero me parece que actualmente tenemos la responsabilidad del futuro que queremos crear, eso que queremos ser, eso que queremos transformar.

Tenemos la oportunidad (y justo en este momento de crisis mundial por la pandemia del COVID-19) de comunicar, de informarnos, de capacitarnos para buscar un estilo de vida más amigable, más empático, más ético y no solamente con los demás, sino también con nosotros mismos. 

Afortunadamente cada vez son más las personas que quieren cambiar la realidad, las que se suman a estilos de vida libres de crueldad, libres de violencia y más responsables, pero hasta que las grandes empresas de moda no se tomen en serio el reemplazo de insumos de origen animal y que la conciencia sea masiva sobre el impacto medioambiental y ético que tiene la industria textil, la moda vegana no va a lograr ser realmente una tendencia. Aunque el consumidor se torne más consciente, si por parte de las empresas no hay alternativas reales o soluciones viables a esta problemática, no se pueden hacer grandes cambios.

¡Saludos desde Argentina!

@emiliaafloress

Imágenes: Pixabay y Vegan Fashion Week