Día por el acceso al Aborto Legal y Seguro: la libertad de decidir sobre nuestros cuerpos
Conocé más sobre por qué el 28 de septiembre es el Día por el Acceso al Aborto Legal y Seguro.
Hace varios años, aproximadamente unos 15, tomaba un café tranquilo con una amiga, cuando la conversación dio un giro inesperado que la llevó a contarme con una tristeza inmensa, que hacía poco había tenido que hacerse un aborto. Su ex pareja le había sido infiel, y también había sido diagnosticado como VIH positivo. Por suerte, ella había sido testeada negativa a todas las ITS, pero positiva al embarazo. Fue un embarazo no planificado.
Se sentía sola, con miedo y tenía problemas económicos. Decidió abortar, segura de que era la mejor decisión. Hoy tiene una familia preciosa, dos hijas maravillosas que ella y su pareja aman y cuidan con la vida. En ese entonces yo no conocía tantas mujeres que hubieran abortado voluntariamente, y por lo que nacieron las preguntas obvias: ¿Cómo fue? ¿Cómo lo hiciste? ¿Qué sentiste? Me voy a ahorrar los detalles, la experiencia fue difícil y bastante traumática.
Según la OPS (Organización Panamericana de la Salud) en Latinoamérica y el Caribe, cerca de 760.000 mujeres son hospitalizadas anualmente para ser tratadas por complicaciones derivadas de abortos clandestinos e inseguros. Estas incluyen desde infecciones y pérdida excesiva de sangre, hasta un shock séptico (es decir, la caída de la presión sanguínea a niveles peligrosos); complicaciones que pueden causar problemas de fertilidad, consecuencias permanentes, e incluso la muerte.
El aborto y el libre albedrío
Miles de mujeres en Latinoamérica, el Caribe, y el mundo en general, sufren abortos clandestinos, algunos más peligrosos que otros, unos más acompañados que otros, pero todos difíciles. La penalización del aborto que han aplicado las legislaciones en la mayoría de los países de nuestra región no han sido efectivas en disminuir la cifra. Año tras año, miles de mujeres siguen decidiendo abortar y no cuentan con el soporte sanitario y emocional que un proceso como este requiere.
Las mujeres siguen abortando y por las más diversas razones. Razones que a quien quiera juzgar le parecerán correctas o incorrectas, legítimas o ilegítimas. El caso es que siguen abortando. Vivimos en una región donde son latentes la violencia de género y la carencia de educación sexual integral generan a falta de espacios para construir relaciones seguras entre las mujeres con otres y sus propios cuerpos.
¿Qué es el 28s?
Hace 32 años se realizó en Argentina el V Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe, espacio de encuentro entre mujeres feministas de la región, en el que se decidió declarar el 28 de septiembre como el día Día de Acción Global Día por la Despenalización y Legalización del Aborto, conocido también como el Día por el Acceso al Aborto Legal y Seguro.
¿De qué se trata este día? Contrario a lo que muchas personas que se oponen a esta iniciativa parecen creer, no se trata de promover o trivializar el aborto. Se trata de proveer las condiciones para que los miles de abortos clandestinos que se realizan diariamente, se realicen de manera segura y legal. Se trata de ofrecer opciones, orientación, información y cuidado. Y ojalá también de promover espacios de cuidado y protección social para las madres y las infancias.
Sin duda una iniciativa como esta debe estar acompañada de espacios de orientación, educación y protección de la sexualidad y los cuerpos de las mujeres. En un mundo utópico no tendríamos que elegir si estamos a favor o en contra, solo existirían la aceptación y el respeto a las diferentes decisiones y alternativas que cada persona elija tomar.
Miles de veces he escuchado a mujeres decir: “Tal vez yo no soy capaz de abortar, pero esa será MI decisión, lo que yo quiero es que las mujeres tengan el DERECHO A ELEGIR”. Personalmente, esta frase me interpreta en un 100%.
Cuando conversé con mi amiga acerca de su aborto clandestino, me dijo que esperaba nunca repetir esa experiencia. Hoy en día no entiendo cómo quienes se oponen al aborto libre, o incluso a la despenalización bajo causales específicas (quienes paradójicamente son mayormente hombres), plantean la idea de que al contar con la legalidad, las mujeres abortarán más.
¿Cuál es la situación mundial?
Han sido algunos de los argumentos en el debate público y político en la mayoría de nuestros países, donde la última década ha estado marcada por estas discusiones, y por la presión que los distintos grupos y colectivos feministas han puesto sobre sus Estados. Logrando así, obtener avances.
A finales de 2020, Argentina aprobó el aborto en las primeras 14 semanas de gestación. Y en septiembre de 2021, la Suprema Corte de Justicia de México declaró inconstitucional criminalizar el aborto de manera absoluta, contando con la despenalización en 9 diferentes estados del país.
En Colombia el aborto también está despenalizado en determinados plazos de gestación, pero en Perú solo despenalizan el aborto en caso de que la vida o la salud de la embarazada corra peligro. En Chile y Brasil incluyen también en sus códigos penales las variables de violación e inviabilidad del feto.
“Mi cuerpo es mío, yo decido”
Hoy, en el Día por la Despenalización y Legalización del aborto, recordemos que la discusión no se trata de “aborto-si” o “aborto-no”. Los abortos se vienen realizando hace siglos, y así seguirá siendo, en la clandestinidad y peligro, o en la seguridad y contención. La diferencia solo la hará el contexto y los recursos con los que la mujer cuente. Queda por entender que la discusión es sobre el cuidado de los cuerpos y la vida de las mujeres, sobre la protección y valoración de la autonomía femenina. Autonomía que bien es exigida a las mujeres que deben dar a luz y criar en soledad y carencia.
Si bien en nuestra región existen algunas garantías, y se ha avanzado en la legislación, en países como El Salvador, Honduras, Nicaragua, República Dominicana y Haití el aborto está prohibido sin excepciones. Y en otras regiones como África y Asia, el contexto es aún más adverso para las mujeres que buscan la autonomía en sus derechos reproductivos.
Sigamos recordando el 28 de septiembre como el día de respetar el derecho de las mujeres a vivir seguras, a respetar la autonomía de sus cuerpos y a generar más herramientas para que vivamos seguras, felices y libres. Falta mucho para deshacer el estigma y dolor que conllevan tanto los embarazos peligrosos como los no deseados, los que se dan en contextos de violencia y dificultades de salud.
Por el derecho de todas las mujeres a decidir sobre sus cuerpos.
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