articulos |Publicado el 29-06-2019

Influenza, enemigo común en invierno

¿Quieres aprender más sobre la influenza? ¡Entérate a continuación!

Hola queridas y queridos lectores de Te Protejo, hoy vengo a contarles respecto a un tema que ha estado muy presente durante las últimas semanas: La influenza.

¿Se han fijado que popularmente diferenciamos la gripe del resfrío común? El malestar en la primera es mucho mayor. La influenza o enfermedad tipo influenza vendría siendo el nombre más técnico de la gripe.

Este cuadro respiratorio se caracteriza por iniciarse bruscamente, con síntomas como fiebre alta (en general mayor a 38,5ºC), dolor muscular y articular, dolor de cabeza (sobre todo en la zona frontal y alrededor de los ojos), tos generalmente seca, dolor de garganta y, en algunos casos malestar abdominal y náuseas.

Se contagia por vía respiratoria, por medio de la tos o estornudos de las personas contagiadas. Al entrar en contacto con pequeñas partículas de saliva de estas personas (ya sea, por contacto directo o con superficies contaminadas) y llevarse las manos contaminadas al rostro, nos podemos enfermar. Una persona con influenza contagia entre uno o dos días antes de manifestar los síntomas y hasta 5 días después de haberse mejorado.

La influenza puede ser producida por distintos virus, algunos con mayor riesgo de complicaciones que se resuelven habitualmente en una semana, requiriendo reposo y algunos medicamentos para aliviar los síntomas.

El riesgo de la influenza es que se presenten complicaciones, sobre todo en niños pequeños, embarazadas, adultos mayores y pacientes con enfermedades crónicas o con problemas de inmunidad. Puede existir neumonía, insuficiencia respiratoria, apnea (cese de la respiración) en menores de tres meses o agravamiento de las enfermedades de base de la persona, como complicar aún más un cuadro de asma o de insuficiencia cardíaca, por lo que hay que tener mucho ojo en estos casos. 

La medida más importante para estos cuadros es la prevención, pero ¿cómo prevenimos?

Es necesario lavarse las manos varias veces al día (sobre todo si estamos en contacto con personas enfermas), evitar tocarnos el rostro, NO besar a los niños en la boca, siempre estornudar o toser en el pliegue del codo y no en la mano, mantener nuestros controles de salud al día para que una enfermedad nos encuentre en buenas condiciones. En invierno, evitar sacar a niños o adultos mayores a lugares llenos de gente si no es necesario. Otra forma de prevenir es el uso de mascarilla en caso de que alguien se enferme y deba compartir con otras personas, pero hay que averiguar bien respecto a las mascarillas que tengamos a mano, ya que al cabo de algunas horas pueden perder su eficacia. 

Una medida fundamental es la vacunación. Todos los años se realizan campañas de vacunación centradas en las poblaciones que tienen más riesgo de presentar complicaciones, lo que hace primordial que estas personas se vacunen. Si se trabaja en ambientes llenos de gente o si uno desea vacunarse voluntariamente, no hay problema, pero no todos los centros de salud tienen vacunas suficientes para estas personas, por lo que muchas veces hay que comprarla.

¿Y qué hace la vacuna? Ésta previene el contagio por parte de las cepas del virus más peligrosas, por lo que previene los cuadros más graves y disminuye la intensidad de los síntomas. No asegura que no nos enfermemos, pero sí nos ayuda a generar defensas para superar de mejor forma el cuadro.

La vacuna demora alrededor de dos semanas en actuar, por lo que es muy importante vacunarse a inicios de años -habitualmente en marzo-, para que cuando la influenza empiece a circular ya tengamos cómo defendernos. De todas formas, si no tienes una contraindicación, siempre es mejor vacunarse a que no.

La vacuna debe renovarse anualmente porque los virus cambian y la idea es tener actualizada nuestras defensas contra sus peligros.

Si ya te dio influenza, ¿Qué hacer? 

En general este cuadro, como les comenté, pasa solo. Pero hay que tener mucho ojo en caso de:

- Tinte azulado en los labios
- Fiebre que a pesar de tomar medicamentos no baja
- Silbido en el pecho
- Hundimiento de costillas
- Decaimiento extremo y falta de reacción, sobre todo en niños y adultos mayores 
- Rechazo a la alimentación en bebés 
- Dificultad para respirar 
- Respiración muy rápida 
- Disminución de la orina o sequedad de las mucosas

Entre otras cosas, es muy importante en estos casos no esperar y solicitar atención médica.

Espero que esto les haya resultado útil y cualquier consulta, pueden escribirla en los comentarios.